Esta sección tiene como finalidad intentar dar respuesta a preguntas frecuentes sobre las Altas Capacidades.
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PREGUNTAS:
1.- ¿Tengo que tratar de forma diferente a mi hijo de altas capacidades que al resto de sus hermanos?
El tener un hijo/a con altas capacidades no significa que haya que tratarlo de forma diferente. Como el resto de sus hermanos deberá contar con unas normas , límites, obligaciones y responsabilidades acordes a su edad y a sus necesidades.
Es conveniente, para el hijo de altas capacidades, facilitarle espacios donde poder seguir desarrollando y fortaleciendo toda su creatividad y potencialidad.
2.- Mi hijo de altas capacidades asiste a un programa de enriquecimiento. ¿Pueden sus hermanos, sin estar valorados como altas capacidades, participar?
Un primer criterio diagnóstico, para detectar a un niño/a de altas capacidades, es el rendimiento intelectual medido en términos de Cociente Intelectual que debe ser superior a 130.
Sin embargo si los hermanos no llegan a este CI pero son niños/as despiertos, curiosos, con ganas de aprender en principio si podrían participar y beneficiarse de este tipo de aprendizaje. En cualquier caso tendría que valorarlo el equipo técnico.
3.- ¿Es normal que mi hijo de altas capacidades se encierre en si mismo y tenga pocos amigos?
Es frecuente que los menores de altas capacidades tengan problemas de integración, aislamiento, falta de habilidades sociales.
Entendemos que es conveniente que acudan y participen en cualquier actividad de socialización, siendo más fácil y motivadora para el menor aquellas en las que puedan compartir con otros iguales en su misma situación necesidades e inquietudes afines.
4.- ¿Los niños con altas capacidades son siempre los que mejores notas sacan y no suspenden nunca?
Se espera de estos alumnos que tengan una competencia intelectual general que les haga sobresalir en todas las áreas del currículum cuando en realidad, esa competencia tiende a estar definida en un campo específico y no tienen por qué dominar todas las áreas.
Debemos atenderles en la medida de lo posible y no mantener el estereotipo de niños que tienen habilidades excepcionales en todas las áreas de la vida.
5.- ¿Es conveniente la asistencia a un programa de enriquecimiento para altas capacidades?
El programa de enriquecimiento permite a los alumnos profundizar en diferentes ámbitos a través de la experimentación, los retos, la investigación y la creación, además de conocer a otros niños de su edad con características similares con los que trabajar en equipo.
6.- ¿A mi hijo de altas capacidades le van a gustar actividades distintas a las del resto de los niños?
No tiene por qué. Las altas capacidades pueden traer asociadas una mayor curiosidad por lo que les rodea y hacer que nuestro hijo se interese por actividades y áreas que otros niños de su edad no tienen. Sin embrago, esto no siempre es así y, desde luego, puede compartir y tener intereses similares a los del resto de sus compañeros. Por encima de todo, no hay que olvidarlo, son niños.
7.- Mi hijo se aburre en el colegio, ¿le va a pasar lo mismo en un programa de enriquecimiento?
Los niños de altas capacidades tienen un proceso de aprendizaje más rápido que la media. Esto supone que conseguir los mismos objetivos les cueste menos esfuerzo. Si esta situación se agudiza, puede tener incluso un efecto rebote y llevar hasta el fracaso escolar, ya que la falta de estímulos de este tipo les suele llevar a la apatía y a la falta de interés en clase.
Plantearles retos, tal y como se propone en los programas de enriquecimiento, y permitirles avanzar en su resolución tanto como les sea posible (presentando cuestiones con varias soluciones, incitándoles a negociar, fomentando la creatividad artística…) potencia sus capacidades, estimula su curiosidad y les permite seguir aprendiendo.
8.- ¿Cómo podemos trabajar la baja tolerancia a la frustración?
Muchos alumnos con altas capacidades no aceptan fácilmente que se pueden equivocary que cometan errores, lo que les lleva a vivir sentimientos de frustración y fracaso. A través del asesoramiento de los distintos profesionales que intervienen en el Programa y de actividades específicas, se les hace ver la parte positiva del error, asumiéndolo no como algo negativo, sino como un reto superable y como parte del desarrollo.
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